Nuestro carisma será la extensión del Reino de Dios en los corazones de todos nuestros hermanos, siendo fermento que lleve a su plenitud la Gloria de Dios.
"Id pues y haced discípulos a todas las gentes... Enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado." [1]
"La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos."[2]
"Hija mía el mundo esta sediento, no hay quien vierta sobre ellos aquella agua pura que quita la sed... porque falta en el mismo bien la vida de mi Fiat.... cómo es necesario que sus verdades sean conocidas y se formen vías en medio de las criaturas para llevar a cada una la vida de mi Voluntad con las fuentes de los bienes que ella contiene." [3]
Este carisma se vivirá con especial intensidad en la vida interior, en el estado de vida en que cada miembro se encuentre, ya sea viviendo en las casas de la asociación o en el mundo, en todas las circunstancias de su vida.
Descuidar esta vida interior equivaldría a dejar de vivir como verdaderos cristianos, traicionar nuestro bautismo. Nada, nada bueno puede salir de nosotros, aunque aparentemente algo bueno se vea, si no sale de un interior del cual la vida sea Jesús Vida. Es el espíritu el que nos hará vivir nuestro carisma y no el carisma el que forma nuestro espíritu.
"El mejor modo de vivir nuestro Bautismo es vivirlo intensamente en nuestro interior para que exteriormente se dé lo que Dios quiera, de acuerdo a las circunstancias que se vayan presentando y a las decisiones del Coordinador". [4]
Estando conscientes de que nada podemos sin Dios, de que él da tanto el querer como el obrar, y de que no se puede dar fruto si no estamos injertados en Cristo [5], trabajaremos incansablemente a través del conocimiento y permaneciendo en su amor [6], en nuestra transformación en Cristo, Sacerdote, Victima y Altar, Profeta y Rey [7].
"Felicitémonos y demos gracias por lo que hemos llegado a ser, no solamente cristianos, sino el propio Cristo..." [8]
Será nuestra ocupación ayudar con cualquier medio a que se realice este ideal de todo bautizado. Haremos lo que esté a nuestro alcance para facilitar, a todo aquel que quiera, la entrada en el Reino de Dios.
"La vocación de la humanidad es manifestar la imagen de Dios y ser transformada a imagen del Hijo Único del Padre. Esta vocación reviste una forma personal, puesto que cada uno es llamado a entrar en la bienaventuranza divina; pero concierne también al conjunto de la comunidad humana." [9]
[1] Mt 28,
19-20
[2] Jn 15,8
[3] Jesús
a la Sierva de Dios
Luisa Piccarreta Vol. 24, 19 de Marzo de 1928.
[4] Homilías.
9 de Julio del 2002. Padre Pedro Rubio.
[5] "Yo
soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece
en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados
de mí no podéis hacer nada" Jn 15,5
[6] "Permaneced
en mi amor" Jn 15, 9.
[7] "La
unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado
por el obispo, significa el don del Espíritu Santo al
nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir,
'ungido' por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo,
que es ungido sacerdote, profeta y rey." (Cf
OBP, No 62) CIC 1241
[8] CIC 795
(San Agustín, ev. Jo. 21,8)
[9] CIC 1877