Durante este período, es decir, desde el año 70 al año 140, surgen los Padres Apostólicos, a quienes grandes evidencias los señalan como discípulos y sucesores directos de los Apóstoles. Hasta hoy se conservan algunos de los escritos de quienes, además de haber fortificado la fe de las primeras comunidades cristianas, fueran los primeros depositarios de la Tradición Apostólica.