Aunque no conocemos su autor, la Didaché figura por derecho propio en las colecciones de los Padres apostólicos, ya que varios de ellos, en sus escritos, la mencionan y la citan. Es el escrito cristiano, no canónico, más antiguo que conocemos, anterior incluso a algunos libros del Nuevo Testamento. La obra estuvo perdida durante varios siglos y sólo se conocían algunos fragmentos, hasta que en el año 1873 fue descubierta en una biblioteca de Constantinopla por el arzobispo Filoteo Briennios. Su fecha de composición es aproximadamente entre los años 70 y 165. Dada la importancia de este escrito, en el siglo III llega hasta ser citada por Clemente de Alejandría, como escritura divinamente inspirada.
La Didaché consta de 16 capítulos que podemos dividir en tres partes: La primera comprende los seis primeros capítulos, y contiene lo que se llama "el documento de los dos caminos", según el cual hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte (en términos de salvación); la segunda parte contiene una serie de instrucciones litúrgicas; y la tercera contiene una especie de manual de disciplina.